jueves, 27 de agosto de 2009

Dios es amor, y Dieguito uno de sus angelitos

Finalmente, luego de tantos trámites se aceptó a Diego como paciente de la Clínica en NYU, para el 15 de Septiembre. Con todas las complicaciones que implica organizar contra relog un viaje de esta naturaleza y en fecha de vacaciones, fue un día de preocupaciones y angustia tratando de organizar y avanzar con lo necesario, sin un momento de tranquilidad para ver las cosas que realmente sucedían.


El día de ayer, problemas con los pasajes, el presupuesto mucho más alto de lo que teníamos contemplado y de lo que podemos pagar, las visas contra el tiempo, más todos los típicos problemas del trabajo, llegaron a copar mi capacidad y llegué a casa triste y derrotado.

Hoy, luego de rezar y encomendarme a la Virgen María, como por obra de magia todos los problemas empezaron a mostrar una solución, Dios estaba ayudándonos y para variar yo no me daba cuenta, realmente soy un caso.

Todo lo sucedido hoy, el cambiar de una situación en la que todo se viene abajo, hacia otra totalmente distinta en que todo es posible, nos muestra que el amor de Dios es algo real y palpable, somos nosotros los que no queremos darnos cuenta y sufrimos inútilmente, o peor aún, nuestra miopía no nos permite ver la solución.

Mañana será un día totalmente distinto, me levantaré confiado que todo es posible con la ayuda de Dios, que él está con nosotros cuidando su angelito, y lo más importante de todo, ¿seré capaz de entregarme a él? ¿De entregarle todos mis problemas y confiar que Dios todo lo puede?, Señor, te entrego a Dieguito, sigue cuidando de él como lo has hecho y sigue guiándonos por el camino adecuado para buscar su recuperación, esperanzados con nuestro milagro.

domingo, 23 de agosto de 2009

¿PORQUE MI SEÑOR?

Llegar a aceptar el diagnóstico de un hijo es un proceso complejo y doloroso, donde influyen mucho los aspectos personales y familiares.  Luego del shock inicial, se inicia una serie de sentimientos encontrados que impulsan hacia distintas direcciones; rabia, miedo, negación, ignorancia, impotencia, frustración, por nombrar los que más recuerdo.  Finalmente, se debe lograr una aceptación incondicional del diagnóstico y de esta manera reunir toda la motivación necesaria para mirar hacia adelante, con una visión optimista de la situación y así lograr mantener la familia unida.  Esta enfermedad trae consigo momentos de exigencia para los padres, y hemos visto que muchas familias han terminado separadas por no poder sobrellevar la presión.  Durante la primera consulta, la Doctora Kleinsteuber nos recomendó asistir a terapia familiar porque era necesario para nuestro caso, y que tenía cobertura por los seguros médicos.   No aceptamos porque teníamos tres fuentes de amor a los cuales recurrir para apoyarnos; nuestra fe, nuestro amor conyugal y el de nuestras familias y amigos.
La primera semana, cuando leíamos y leíamos y no lográbamos entender todo lo que implicaba la condición de Esclerosis Tuberosa, durante la frustración y el dolor nos preguntamos ¿porqué Señor? ¿porqué a nosotros? ¿ porqué a nuestro niñito, tan lindo, tan indefenso? ¿que hicimos para que el tenga que sufrir tanto?
La respuesta la obtuvimos un par de días después, pero con el tiempo ha quedado tan claro que no tenemos ninguna duda.  Diego llegó a nuestra familia porque tenemos un amor muy fuerte para resistir el dolor y el cansancio que su condición ha implicado, porque gracias a Dios tenemos acceso y podemos darle los tratamientos adecuados sin importar el sacrificio que signifique, y principalmente por nuestra fe, la cual ha sido nuestro apoyo principal, de esperanza, de aceptación y de entrega, sin la cual no podríamos seguir con el optimismo y la alegría que hoy tenemos.
Hemos tenido tiempos difíciles, semanas sin dormir, preocupados todo el tiempo, sin poder viajar a ver a nuestras familias, a veces sin un peso en la cuenta corriente, pero todo se olvida luego de la alegría de ver a Diego sonreír, caminar, caer y después levantarse, jugar con su hermana, sus travesuras.  El apoyo de María Laura ha sido el más importante en nuestro día a día, siempre tan alegre, tan feliz, como quiere tanto a su hermano y como Diego la admira y sigue, ella ha llenado nuestra casa de alegría e inclusive en los días que hemos estado más preocupados llega a sacarnos una sonrisa, a pesar que siente nuestra tensión siempre ha puesto de su parte para apoyarnos, y  para recordarnos que también es una niña que necesita nuestro cariño y dedicación
La ayuda de Dios ha sido para nosotros muy evidente, siempre hemos tenido la mano amiga cuando la hemos necesitado, la ayuda adicional cuando hemos estado complicados, el evangelio acertado en el momento justo, si enumerara una por una las ocasiones que incompresiblemente nos ha llegado un pequeño milagro no alcanzaría en varias hojas y probablemente me llegue a olvidar de algunos.
Es por todos estos pequeños milagros que seguimos rezando por nuestro milagro más importante, la salud de Dieguito, encomendándolo a nuestra querida Matter, la Virgen María, que por su intercesión lleguemos a Dios, el cual sabemos que nunca nos ha abandonado.
Les rogamos tengan a Dieguito en sus oraciones ahora que vamos a tomar una decisión importante y le manden todo su cariño porque lo necesita.