Madre hay una sola

Hoy se quedó Alejandra de turno en la noche, y aunque diera la vida por ese pedazo de gente, madre sólo hay una. Fue imposible tenerlo tranquilo todo el día, llegó Alejandra en la noche y él se quedó feliz en sus brazos, impresionante la tranquilidad y paz que una madre puede entregarle a su hijo, hoy fuimos testigos de la fuerza y el amor que los une. Es precisamente por eso que siempre estamos pidiendo su intercesión a la Mater, para que nos ayude a llegar a Jesucristo con nuestras súplicas, cómo no va a escuchar a la Virgen María, la mujer que fue su madre en la tierra.

Dieguito anoche estuvo con fiebre y con dolor, entendí que se puede ver si el niño está con dolor (cuando no habla) a través de su comportamiento y sus signos vitales. Luego de un buen rato durmiendo, y su padre haciendo lo imposible para distraerlo, le suministraron morfina y ahí quedó medio volado pero por lo menos descansó. El efecto duró como hasta las cinco de la mañana y despertó llorando de nuevo, y le dieron nuevamente un calmante para que pueda descansar, lamentablemente el calmante le quita el apetito y no quiso tomar su desayuno. Le dimos su remedio con un juguito y no quiso tomar, como no entendía mucho todavía lo presioné para que tome el juguito y mala decisión, devolvió casi todo. Luego en la mañana estuvimos jugando, aunque en realidad yo payaseaba para tratar de sacarle una sonrisa y él me miraba con una cara de “a este loco que le pasa, como se le ocurre que voy a andar de buenas hoy”. Hoy no estaba tan hinchado y volvió a la conciencia, pero totalmente decaído y desconfiado de todo el mundo, pasa una cara distinta a la nuestra cerca y llora pensando que le van a hacer algo. De jugar no jugó, pero por lo menos agarró sus juguetes y los miró, los movió y apretó algunos botones. En la mañana no podía sostener los juguetes con la mano izquierda, pero en la tarde ya manejaba ambas manos, así que quedamos más tranquilos.
Por los tranquilizantes tampoco quiso almorzar, pero tomó todo su jugo y no devolvió nada. Luego le vino la rabia, me imagino que fue por el dolor, y botó su máscara de oxígeno y como seguía oxigenando bien no se la colocamos más. Llegó mi tía Jenny al medio día y cambiamos el turno, pero me quedé con ellos haciendo otras cosas, compramos cartulinas, marcadores, tarjetas y cosas de colores para arreglarle la pieza porque está muy fría, así que estuvimos pintando y recortando como en el kínder. Aunque los míos no quedaron muy bonitos, por lo menos son hechos con mucho amor y es lo que importa, mañana mandaremos las fotos cuando Alejandra y mi tía terminen los de ellas.
En la noche tampoco quiso comer pero siguió tomando jugo y estaba más despierto, no se le dio morfina para que se recupere del estómago y ojalá mañana tenga hambre.
De convulsiones nada, ya le quitamos el Sabril y le estamos dando la mitad del Topamax, pero no hemos visto todavía nada de actividad convulsiva. Que irónico, ahora queremos que nuestro bebé convulsione. El doctor Weiner ha ido a visitarnos todos los días, es tan admirable como persona como profesional, siempre optimista, humilde y amable. Nos indicó que son dos días para que vuelva a su estado inicial (baseline), así que esperemos hasta mañana para verlo con mejor ánimo, que ya no debería estar sintiendo dolor y de a poco volvería a ser el inquieto de antes, cosa que también es preocupante porque salió como su tata Bicho de revoltoso.
El pobrecito está aburrido, adolorido, incómodo y asustado, pero como todo es por su bien y después no se va a acordar nada seguimos adelante. El dreno del lado derecho ya no salió nada de liquido después del medio día y del lado izquierdo sale cada vez menos, el escáner mostraba que el cerebro estaba bastante bien y ahora lo único que falta es que se recupere para poder seguir con el estudio.
No he alcanzado a hablar con mi bebé (mi María Laura) en tres días, como extraño a mi gordita, mañana como es mi día libre y tengo turno de noche voy a intentar comunicarme con ella para ver como está, se las encargo mucho que es lo más hermoso que hay.
Un poco cansado y además apenado por dejar a mi perrito, es difícil relajarse y dormir tranquilo cuando uno sabe que un hijo está sufriendo, pero hay que seguir luchando por ellos así que a intentar dormir hasta tarde mañana.
A rezar un ratito y después dormir, me cuenta la abuela que María Laura pide en su oración todas las noches por su hermanito, que le saquen el porotito de su cabecita para que no tenga convulsiones, pobre mi niña que la hemos hecho madurar tanto por lo de Dieguito.
Acá en la casa RM he visto como los niños con hermanos enfermitos son más maduros, saben que no le pueden dar más problemas a sus padres y sacar adelante a su familia. Si tuviésemos el tiempo para contar todas las cosas que nos ha tocado vivir en este viaje, las familias que hemos conocido tanto en el hospital y en la casa RM, cada una es una historia impresionante de amor, de fe y de lucha por un ser querido; los sacrificios que hemos visto que hacen los padres y la fortaleza de los niños peleando por superar adversidades, basta con verles las caritas sonriendo y las mamás haciendo lo imposible por mantenerlos felices, dan ganar de llorar de alegría, de pena, de impotencia, todo junto al mismo tiempo que el corazón quiere estallar, hacer hasta lo imposible para ayudar a tanto niño, finalmente cuesta acordarse de todos al rezar porque se conocen más todos los días.
Buenas noches a todos, saben que contamos con sus oraciones para Dieguito y también para todos los niños enfermos, para que no estén solos en esta lucha tan dolorosa y triste.